Flamencodanseres Noelia Sabarea heeft haar eigen gezelschap en werkt met de zanger Antonio Carrasco, die o.a zong bij El Ballet Nacional, Compañia Christina Hoyos, Compañia Antonio Canales. Haar gitarist Antonio Peralta,´El Kuko´ komt uit een zigeunerfamilie en begeleide grote meesters als Chano Lobato, Remedios Amaya, El Cabrero, Paco Torojo. Noelia Sabarea trad o.a. op in el Teatro Calderón de Madrid, Teatro Real Coliseo de Madrid, Teatro Joseph Segarra de Barcelona. Ze werkte in het beroemde Tablao Los Gallos, Palacio Andaluz, La Casa de la Memoria in Sevilla. Ze nam deel aan Circuitos de Peñas de Andalucía en was te gast op diverse festivals: o.a. bij el Concurso de La Unión de Murcia, het Festival Internacional de Música, Jimena, Jueves Flamencos de Cádiz. Ze verzorgde internationale tournees in Noorwegen (Tromso), Italië (Palermo), in de VS (New York, Connecticut, Boston) en Japan ( Tokio, Osaka y Kyoto).

Daarnaast is Noelia een bevlogen docente en geeft lessen en workshops, o.a. in Japan, Polen, en op haar eigen academie in Algeciras.

CRITICOS:
“Su dominio de la escena es total, como su entrega.” Diario de Sevilla (26-06-2009)

Ejercicios espirituales a golpe de tacón
JUAN VERGILLOS | ACTUALIZADO 26.06.2009 - 05:00

Baile: Noelia Sabarea. Cante: Kiko de Alcalá, Antonio Peralta. Lugar: Peña Torres Macarena. Fecha: Miércoles, 24 de junio. Aforo: Lleno.

El miércoles terminó, con su tercera entrega de la temporada, el festival Larachí Flamenca de nuevos valores. Esto, en sí mismo, ya es noticia, porque el festival es una iniciativa privada. Aunque cuenta con exiguos recursos públicos, representa todo un ideal cultural: las instituciones públicas al servicio de la sociedad civil, y no al contrario, como hoy resulta habitual; además de contar, por supuesto, con la conocida hospitalidad de la Peña Torres Macarena.

Larachí lleva nueve años sorprendiéndonos con nuevos valores jondos que más tarde proyectan su personalidad en el mundo del flamenco. Ayer le tocó el turno a Noelia Sabarea. Esta algecireña apenas se prodiga fuera de su ciudad natal, en donde regenta una academia. Y, después de lo visto anoche, podemos decir que es una auténtica pena. Sabarea posee un estilo afilado, nervioso, muy técnico, lo que le permite subdividir una y otra vez el compás. Abrió su recital con una soleá por bulería plena de ritmo telúrico. Un baile tenso y viril en el que Sabarea esparce gotas de sutil feminidad. El contrapunto al traje masculino de su primera comparecencia lo supuso su segunda irrupción en la escena: alegrías con bata de cola blanca y mantón. Sabarea dio una lección de los elementos característicos de este baile: punteado, sutileza, liviandad, sin renunciar a sus pies poderosos y a un sentido del ritmo de vértigo, que le facilitó introducir elementos cómicos en su danza. Su dominio de la escena es total, como su entrega. Todo ello sin micrófonos y con la intimidad y el recogimiento de una función religiosa que es lo que son, hoy por hoy, las peñas flamencas: refugios espirituales.